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La cuarta Ruina comenzó cuando el archidemonio Andoral despertó en el 5:12 de la Exaltada y los engendros tenebrosos emergieron al noreste y al noroeste de Thedas.


Comienzo[]

Antiva fue la primera nación atacada por los engendros. Cogieron a los antivanos completamente desprevenidos y tomaron rápidamente Antiva. Solo la capital, Ciudad de Antiva, resistía. Los engendros partieron desenfrenados hacia Rivain y las Marcas Libres. Mientras tanto, Ciudad de Antiva cerró sus puertas. A pesar de ello, los refugiados continuaron huyendo a Ciudad de Antiva y cientos de personas acamparon a las puertas de la ciudad.


Caída de Ciudad de Antiva[]

El rey Elaudio y la reina Giuvana de Antiva pideron ayuda a los guardas grises. El guarda comandante de Antiva, Turab, reunió un contingente de guardas antivanos en la ciudad y congregó a un regimiento de jinetes de grifos para ayudar a evacuar la ciudad. Garahel y su hermana Isseya estaban entre ellos. Los guardas aconsejaron huir de Antiva inmediatamente para salvar el mayor número de vidas posible, pero la pareja real insistió en tratar de defender la ciudad de los engendros, ignorando las advertencias de los guardas. Sin embargo, la ciudad no estaba preparada para resistir un asedio. Muchos de los capitanes de los barcos que seguían en la ciudad huyeron a través de la bahía de Rialto, dejando a la ciudad con aún menos medios para escapar. Finalmente, el descontento por la falta de juicio de la realeza llevó a la guardia real antivana a volverse contra ellos, matando al rey Eluadio antes de ser derrotados por los guardas grises. Para preservar la moral, se anunció que el rey fue asesinado por los engendros tenebrosos.

Mientras los guardas y los miembros supervivientes de la corte real se preparaban para retirarse, los engendros atravesaron las murallas finalmente y entraron en la ciudad. El archidemonio Andoral atacó a los guardas grises en las afueras de Ciudad de Antiva y mató al guarda comandante Turab y a la mayoría de los guardas junto con los miembros supervivientes de la familia real, a quienes los guardas habían tratado de evacuar. Garahel e Isseya, junto con Amadis Vael y Calien, un cuervo antivano mago, lanzaron un ataque para distraer el archidemonio y dar tiempo a los guardas supervivientes para poner a salvo a sus tropas. Finalmente, fueron capaces de retrasar al archidemonio y escapar.


Evacuación de Wycome[]

Los guardas supervivientes se reagruparon en la ciudad de Wycome, en las Marcas Libres. La ciudadanía local dedicó todos sus esfuerzos a fortificar la ciudad. Sabiendo que esto no sería suficiente para detener a los engendros, el comandante Senaste hizo que los guardas construyeran araveles improvisados llevados por grifos para usarlos para evacuar a la población. Isseya supervisó el proyecto mientras Garahel entregaba mensajes y peticiones de apoyo a los nobles y otros posibles activos militares en nombre de Amadis Vael. Aunque no pudieron evacuar a todo el mundo antes de que la ciudad cayera, los guardas se las arreglaron para enviar un gran número de refugiados a Refugio Celeste.


Otros frentes[]

Hossberg, la capital de las Anderfels, fue asediada una vez más por los engendros tenebrosos. En el Imperio de Tevinter tuvo lugar el asedio de Marnas Pell y, con la ayuda de los enanos de Orzammar, el asedio terminó, aunque a un elevado coste. Los enanos recibieron muchos elogios del arconte gobernante y uno de ellos incluso se convirtió en paragón. Orlais apenas fue atacado y los engendros se vieron obligados a volver bajo tierra. Tevinter se negó a enviar ayuda a las Marcas Libres o a las Anderfels, resentido por las recientes Marchas Exaltadas, mientras que Orlais envió sólo una fuerza simbólica. Los engendros también atacaron los reinos subterráneos y tomaron el thaig Ortan.


El asedio de Hossberg[]

Hossberg permaneció bajo asedio por durante los siguientes ocho años. Garahel fue ascendido temporalmente a comandante de campo y se le encargó la defensa contra el asedio. Finalmente, en los últimos días del 5:19 de la Exaltada, los guardas grises pudieron localizar la entrada a los caminos de las profundidades que los engendros empleaban para llevar refuerzos a las Anderfels. Isseya lidera un pequeño grupo con grifos para colapsar el paso. Aunque se sufrieron algunas bajas, el pasaje se derrumbó y los engendros quedaron aislados de los refuerzos.

Con los engendros aislados, Garahel lideró el grueso de los guardas grises y el ejército real de las Anderfels desde una posición al noroeste de la ciudad contra la fuerza principal de los engendros. Mientras tanto, otro contingente de guardas grises bajo el mando de Isseya abrió un segundo frente al sur de la ciudad. Los guardas minaron el área con una fórmula modificada de explosivos enanos para las minas de lirio donada por Orzammar. Atrayeron a los engendros colocando armamento sobre las minas. Un gran número de engendros fueron destruidos en la explosión inicial y después los guardas atacaron, masacrando y forzando la retirada de las fuerzas auxiliares de engendros en la bifurcación del río Lattenfluss. Combinado con el éxito del ejército principal, se puso fin al asedio de Hossberg en los primeros días del 5:20 de la Exaltada.


Clímax[]

A pesar de estas victorias, el año 5:21 fue el punto más grave de la Ruina. Las Marcas Libres quedaron casi devastadas y los engendros tenebrosos se extendieron hacia el oeste. A cambio de una declaración de apoyo a su regencia por parte del propio Garahel, la reina Mariwen, de las Anderfels, accedió a enviar el ejército real de las Anderfels para ayudar a los guardas en su campaña.

La fortaleza convirtió en una fortaleza provisional de los guardas y se excavó en la montaña un refugio conocido como el Retiro, que dio refugio a los ciudadanos de Cumberland y Kirkwall. Kirkwall fue evacuada mediante el mismo método que los guardas usaron en Wycome años atrás. Debido a un grifo rabioso, un tren de araveles se perdió, pero el resto llegó a la fortaleza. Con la ayuda del campeón de Refugio Celeste, los guardas lograron evacuar a cientos de refugiados a la fortaleza Haine.

Mientras tanto, Garahel convocó un formidable ejército formado por grupos independientes, entre ellos una compañía de magos apóstatas conocida como el Círculo Roto, un grupo de enanos descastados y de superficie llamados los Bastardos de la Roca y antiguos elfos esclavos del Imperio de Tevinter.

En el 5:22 reunió a los guardas de Orlais y las Anderfels y marchó hacia Refugio Celeste. Garahel organizó una alianza entre los marqueños y el ejército unido continuó hacia el norte.


Batalla de Ayesleigh[]

En el 5:24 de la Exaltada, los engendros se retiraron finalmente a Rivain y Antiva. Las fuerzas aliadas decidieron aprovechar esta oportunidad para intentar llevar al propio archidemonio a la batalla y así acabar con la Ruina. Amadis Vael lideró la fuerza terrestre en el Túmulo de Arvaud, a las afueras de la ciudad de Ayesleigh, con Ser Gaston de Montfort liderando la caballería. El campeón de Refugio Celeste también se encontraba entre las fuerzas terrestres. La fuerza terrestre atacó a los engendros reunidos allí y tendió una emboscada al archidemonio. Simultáneamente, Garahel lideró una fuerza de ataque de los guardas grises y sus grifos sobre Ayesleigh. Los guardas bombardearon la ciudad, causando graves bajas entre los engendros.

Los guardas atacaron entonces al archidemonio, intentando enfurecer a la bestia y atraerla a sus tropas de tierra. Sin embargo, perdieron el control de los grifos. Sólo un puñado de grifos siguieron la formación de retirada mientras el resto atacaba al archidemonio. Aunque la mayoría de ellos murieron durante la batalla, la inusual ferocidad de los grifos demostró ser muy efectiva al arrancar trozos de carne del archidemonio y, con el apoyo de sus arqueros y magos, los guardas lograron dañar una de sus alas. Andoral se estrelló en las calles de Ayesleigh. Los guardas se adentraron en la ciudad para terminar su tarea, solo para descubrir que Andoral los había llevado a una trampa; había llevado a los guardas hasta una legión de engendros tenebrosos arqueros.

Con solo tres guardas restantes, Garahel voló con su grifo hacia Ayesleigh, evitando a los arqueros y los ataques del archidemonio antes de clavar su espada en una herida que le hicieron los grifos en la base de su cuello, matando al fin a la bestia. La cuarta Ruina terminó y Garahel murió, cumpliendo así el último deber de un guarda gris, sacrificando su vida para destruir a Andoral.

El capitán Lambert Valmont del ejército imperial de Orlais fue parte del regimiento de las fuerzas terrestres de Orlais durante la batalla. Lambert desatendió sus órdenes y ayudó a las fuerzas antivanas, salvándolas a ellas y a su rey, Azar Adalberto Campana, de una muerte segura. El rey agradeció a su salvador dándole el título de noble y ofreciéndole la mano de su hija en matrimonio. Cuando Lambert regresó a Orlais, el emperador se vio obligado a seguir su ejemplo y le concedió un marquesado.


Resultado[]

Los efectos de la Ruina persistieron en las Anderfels y en los caminos de las profundidades, pero fueron ignorados por la mayoría, excepto por los guardas grises. Murieron tantos engendros en las últimas batallas de la Ruina que muchos pensaron que jamás volverían. Esta creencia persistió durante muchos siglos después de la victoria final en Ayesleigh, lo que disminuiría los esfuerzos para repeler a los engendros la próxima vez que se alzaran liderados por un archidemonio, ya que los reinos de la superficie estaban convencidos desde hacía mucho tiempo de que nunca ocurriría. El propio Garahel recibió un funeral de héroe, al que asistieron reyes y emperadores de toda Thedas. Según la última petición de Garahel, sus armas y armaduras fueron devueltas a los guardas grises y colocadas en un ataúd conmemorativo en la fortaleza de Weisshaupt, adornado con cuernos tomados del cadáver de Andoral, excepto su yelmo, que se perdió en la batalla de Ayesleigh.

Los grifos se extinguieron poco después, ya que sus números disminuyeron estrepitosamente durante la Ruina.

Esto se debió al resultado de una versión modificada de la Iniciación creada por Isseya, que dio a los grifos mayor fuerza y velocidad. Esta versión resultó ser contagiosa y se propagó a los grifos no iniciados, lo que hizo que las nobles bestias se volvieran incontrolablemente agresivas. El Primer guarda ordenó que cualquier grifo que mostrara signos de estar infectado debía ser sacrificado. Isseya buscó una cura en el círculo de magos de las Marcas Libres y del Imperio de Tevinter, pero no tuvo éxito. Concluyendo que los guardas de su generación no eran aptos para poseer grifos, Isseya escondió trece huevos engendrados por el grifo de Garahel y de Amadis Vael en una guarida de dragón en los Anderfels, en lo que más tarde se llamaría la Tumba de la Novia Roja. Cuando la Ruina terminó, dejó pistas en Weisshaupt para que un mago elfo las encontrara y así la especie renaciera.



Galería[]


Ver también[]

Entrada del códice: Balada de Ayesleigh - una balada sobre la batalla final de la cuarta Ruina
Entrada del códice: Yelmo de Garahel - describe la muerte de Andoral
Entrada del códice: Stalata Negat - versión enana de la cuarta Ruina
Hacha del gris
Entrada del códice: El león de Orlais (Inquisition) - describe el rescate de las fuerzas antivanas durante la batalla de Ayesleigh

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